“¿Pararrayos del futuro? Japón prueba con éxito un dron capaz de atraer y sobrevivir a un rayo”
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Un rayo de innovación
En 1752, Benjamin Franklin usó una cometa para demostrar que los rayos eran electricidad. Más de 270 años después, un equipo de investigadores japoneses ha reemplazado la cometa por un dron. Su objetivo no es solo estudiar las tormentas, sino controlarlas. Este ingenio, equipado con una jaula de Faraday y un cable conductor, busca atraer rayos para reducir su impacto destructivo. ¿Es este el primer paso hacia una tecnología capaz de “domar” la energía más impredecible de la naturaleza?
El dron que desafía a los rayos: diseño y función
El dispositivo, adaptado a drones comerciales, actúa como un pararrayos volante. Su componente clave es una jaula de Faraday, que protege al dron al neutralizar el campo electromagnético interno. Cuando un rayo impacta, la jaula absorbe la descarga (hasta 300 millones de voltios) y la conduce a tierra mediante un cable. Según el equipo japonés, el dron sobrevivió al impacto en pruebas recientes, aunque la jaula quedó parcialmente derretida.
En una prueba realizada entre diciembre de 2023 y enero de 2024, el dron detectó un campo eléctrico elevado en una nube y se elevó a 300 metros. Al activar el sistema, se registró una corriente de más de 2.000 voltios, confirmando que el rayo fue desviado con éxito.

¿Por qué importa? Costes y riesgos de los rayos
En Japón, los rayos causan pérdidas anuales de entre 700 y 1.380 millones de dólares, dañando infraestructuras críticas como torres de comunicación, redes eléctricas y edificios históricos. Además, en 2022, la Organización Meteorológica Mundial reportó que los rayos matan a unas 24.000 personas al año globalmente. Este dron podría reducir esos números al dirigir las descargas hacia zonas seguras.
Ventaja: Versatilidad. A diferencia de los pararrayos fijos, el dron puede desplegarse en áreas remotas o eventos masivos (ej.: festivales al aire libre).
Limitación: La jaula de Faraday requiere reemplazo tras cada impacto, lo que encarece su uso continuo.
¿Capturar la energía de los rayos? Un sueño lejano
El equipo sugiere que, en el futuro, estos drones podrían almacenar energía de los rayos. Sin embargo, un solo rayo libera 30.000 amperios en microsegundos, equivalente al consumo de un hogar medio durante un mes. Hoy, ninguna batería o red eléctrica puede manejar tal potencia instantánea.
El Dr. Akira Tanaka (investigador líder del proyecto) indicó que: “Capturar energía de rayos es como intentar beber de una manguera contra incendios. Primero debemos aprender a controlar el flujo”.
Entre el asombro y la prudencia
El dron japonés es un logro técnico admirable, pero también un recordatorio de lo lejos que estamos de dominar las fuerzas naturales. Mientras Franklin usó su cometa para entender los rayos, este invento busca domesticarlos. Sin embargo, su viabilidad a gran escala dependerá de resolver desafíos como el costo de reposición de la jaula de Faraday y la imposibilidad actual de almacenar su energía. Quizás, como dice Tanaka, el verdadero éxito no es “capturar” el rayo, sino aprender a coexistir con él.
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